Francisco Javier Yanes

Referencia retrato: Francisco Javier Yanes, Litografía de Thierry frères, en Rafael María Baralt y Ramón Díaz, Resumen de la Historia de Venezuela, Paris, 1841

Por Carol Leal Curiel.

Si hubo una cabeza con pluma fecunda e importante repercusión intelectual y teórica en Venezuela y Colombia durante el periodo que corre entre 1811 y 1840 fue Francisco Javier Yanes.

Arquitectos de un país:

El presente artículo de investigación forma parte de un proyecto llamado Arquitectos de un país de Trama University en colaboración con historiadores y otros profesionales venezolanos relevantes quienes con la rugurosidad de su trabajo resaltan el objetivo principal de este proyecto:

Recuperar y difundir trayectorias, impactos y presencias de todos aquellos personajes de nuestra historia que, sin empuñar un arma y desde su condición de civiles y ciudadanos, han sido protagonistas en la creación de la vida republicana, en la formación de la nacionalidad, en la formulación y desarrollo de la modernización y en la construcción de la cultura y la institucionalidad democrática.

Nacido en el mes de mayo de 1777 en Puerto Príncipe (hoy en día Camagüey, Cuba), en 1802  está residenciado en Caracas. Cuando Francisco Javier Yanes llega a esta ciudad de la mano de su tío, el médico Francisco Javier Socarrás, tenía 25 años y aquí pasó a cursar estudios en la Universidad de Caracas, obteniendo el grado de Bachiller en Ciencias Eclesiásticas, en Cánones, en el año de 1807. Antes de su llegada, había estudiado en la Universidad de La Habana “en las facultades de Sagrados Cánones, Leyes y Literatura”. En 1810 servía como pasante de abogado en los bufetes de Juan Germán Roscio y José Félix Sosa y es muy probable que hayan sido ellos quienes lo incorporaron al proceso político que se inicia ese mismo año en la Capitanía General de Venezuela.  

Francisco Javier apenas tenía 10 días de haber celebrado sus esponsales cuando ocurrieron los sucesos del 19 de abril de 1810. Por certificación expedida por el Dr. Manuel Vicente de Maya, se sabe que el 9 de ese mes había tenido lugar su matrimonio, “en la casa de su morada”, con doña Ana María Socarrás, “expósita natural de esta ciudad”, y que el reverendo padre Fray Juan Manuel Samaniego, de la Orden de Predicadores, ofició su casorio. A poco menos de un mes de su boda, probablemente en el mes de mayo, tuvo lugar la primera actividad pública que se conozca de Yanes. La Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII lo comisiona a pasar a la villa de Araure, jurisdicción de la provincia de Caracas, por sospecharse que dicha villa quería desconocer la suprema autoridad recién establecida en la ciudad. Yanes “conoció que las diferencias que habían ocurrido entre el ayuntamiento y algunos vecinos emanaban de resentimientos personales… sin descubrir ninguna otra mira política”.  

Electo diputado en 1810 justamente por la villa de Araure al Congreso de 1811-1812 –periodo durante el cual fue también miembro del club político Sociedad Patriótica–, tuvo activa presencia en los debates cruciales de esos meses, más allá de las responsabilidades que asumió en tanto diputado, entre las que destacan el haber ejercido la presidencia rotativa mensual de ese cuerpo (agosto de 1811), presidente de la Sección Legislativa de la provincia de Caracas (julio 1811), y de habérsele asignado diversas comisiones y responsabilidades –la de la ley para el “indiferentismo político”, la del Tribunal de Censura, censor del periódico del Congreso, El Publicista de Venezuela, etc. –, a pesar de su manifiesto rechazo a la creación abusiva de “tantas comisiones en el Congreso” porque –como señalaría en una de las sesiones–  “todos los diputados tienen derecho de votar y discutir” en todos los temas. 

Sus intervenciones en lo tocante a la división de la provincia de Caracas, cuya decisión consideró que era de exclusiva competencia de esa provincia y no del Congreso; su concepción sobre la confederación en tanto nuevo pacto a suscribirse entre las provincias y, en conexión con ello, sobre la necesidad de declarar la independencia absoluta como condición previa al establecimiento de ese nuevo pacto (confederal); sus planteamientos relativos a los frenos necesarios para limitar el poder, evitar la usurpación de poderes y garantizar la libertad; sus precisiones en torno a la forma de gobierno a definir; o las habidas sobre la igualdad, a propósito de debatirse sobre la condición de los pardos, ocurrida en el contexto de haber publicado la Sección Legislativa de Caracas la Declaración de los Derechos del Pueblo (julio, 1811), no solo fueron determinantes durante aquellos debates sino que sobre ellos volverá Yanes, una y otra vez, en reflexiones más decantadas y maduras a lo largo de su vida a través de muy variados escritos y publicaciones. 

Derrotada la primera revolución que había creado la Confederación de las Provincias Unidas de Venezuela, Yanes se refugia en Nueva Granada desde donde emigra, a finales de 1815, hacia los llanos de Casanare y pasa a los de Apure donde se formó, en el pueblo de Guasdualito, un gobierno provisorio en el cual Yanes ejerció como Ministro Secretario. En 1816, habiendo sido desconocida la autoridad de ese gobierno provisorio, y nombrado José Antonio Páez como jefe de las armas en la zona, Yanes permanece en el ejército y participa en la batalla del Yagual, en la cual sirvió como comandante de escuadrón.

En 1817se encuentra en Guayana en cuya campaña ha participado. Reinstalada la república en Angostura y convocado el segundo Congreso de Venezuela, es electo diputado suplente por Casanare, cargo que no llegó a ejercer por haber sido designado el 24 de febrero de 1819 por el Congreso de Angostura como miembro integrante de la comisión que debía revisar el Proyecto del Poder Judicial. Al día siguiente se juramentaba como integrante de la Suprema Corte de Justicia, en la cual estuvo hasta el mes de mayo de ese año, por haberle nombrado el Congreso a la presidencia de la recién creada Corte de Almirantazgo –en la sede de la isla de Margarita, en Santa Ana del Norte– encargada de “juzgar las causas de presas, combatir la piratería” y fomentar las patentes de corso, compromiso que ejerció hasta 1821. 

Luego de su elección, en 1820, como diputado principal por el colegio electoral de la provincia de Barinas para el Congreso de Cúcuta, no concurre a las sesiones y no forma parte del Congreso que promulgó la Constitución de 1821, frente a la cual formularía precisas y fuertes críticas en sus Apuntamientos sobre la Legislación de Colombia, por carecer ésta de “ningunas garantías políticas”. Una Constitución a la cual prestó el debido juramento en 1823, aunque con reservas y bajo protesta, siendo miembro de la Alta Corte de Justicia. En 1821 había sido designado miembro-juez de la Corte Superior de Justicia del Distrito Judicial Norte del Departamento de Venezuela, presidida por Cristóbal Mendoza, la cual quedó sujeta a la Alta Corte de Justicia que se había instalado en Bogotá y, posteriormente, en 1826, pasaría Yanes a presidirla. 

Consolidada la República de Colombia, Francisco Javier Yanes publica junto con Cristóbal Mendoza, el periódico El Observador Caraqueño (1º de enero de 1824 -31 de marzo de 1825), publicación semanal de significativa reflexión teórico-política, en la cual retomaría algunos de los muchos temas que venía apuntalando desde 1811. Es un Yanes maduro, de 47 años de edad,  con pleno dominio de autores ilustrados fundamentales y de los clásicos, a veces explícitamente referidos por los redactores  –Montesquieu, Filangeri, Hamilton, Mably, Rosseau–, con cuyas entregas buscaron ilustrar, entre otros aspectos, sobre  las ideas de buen gobierno, defender las leyes y los derechos del pueblo. Sus consideraciones sobre el buen gobierno –a saber, el gobierno popular representativo –“esa invención nueva que aún no era conocida en tiempos de Montesquieu”–, la distribución-división de los poderes, la libertad de imprenta, la propiedad, la libertad política, el gobierno representativo federal, la idea de contrato-pacto de las sociedades, la igualdad son temas, entre muchos otros, sobre los que volverá Yanes en su Manual Político de 1839. 

En 1826 emprende la tarea, junto con Cristóbal Mendoza, de recopilar la Colección de documentos relativos a la vida pública del Libertador de Colombia y del Perú, Simón Bolívar, colección de la que habían publicado 15 volúmenes hasta 1829, ese año fallece Cristóbal Mendoza. La completa Yanes en 1833 hasta alcanzar el tomo 22.

Miembro de la Sociedad Económica Amigos del País, fundada en 1829, y ya separada Venezuela de Colombia, fue electo diputado para el Congreso de Valencia de1830, corporación en la cual ejerció la presidencia.

Si algo singulariza a Francisco Javier Yanes es haber sido tanto un político activo, que asumió las muchas responsabilidades que le encargaron, como un pensador con lucidez crítica y teórica orientada hacia la defensa a ultranza del gobierno republicano representativo, un intelectual y jurista curioso que hurgó más allá del derecho, sobre multitud de temas –descripciones geográficas de Guayana, de Maracaibo y Zulia, de Cumaná, de Barinas;  escritos sobre el carácter de los indios, sobre las sublevaciones de esclavos en América y en Venezuela, sobre los terremotos en Venezuela y Colombia, sobre los elementos de la retórica en castellano y latín, por citar algunos pocos manuscritos de su cuantiosa producción–,  y de haber sido el historiador y documentador del largo proceso emancipador como lo reflejan los XXXVIII volúmenes del Archivo Francisco Javier Yanes que reposan en el Archivo de la Academia Nacional de la Historia. Un pensador que recurrió a la historia como maestra para la reflexión teórica.

Algunos de sus escritos se publicaron más de un siglo después de su muerte, entre ellos: la Relación documentada de los principales sucesos ocurridos en Venezuela desde que se declaró Estado independiente hasta el año de 1821, así como la Historia de Margarita (1948), la Historia de la provincia de Cumana (1949) y más recientemente sus Apuntamientos sobre la Legislación de Colombia (2009).

Francisco Javier Yanes falleció en Caracas el 17 de junio de 1842 a los 65 años de edad. El 19 recibió “los oficios de sepultura y al día siguiente se le cantó misa de cuerpo presente con vigilia”. Murió con la tranquilidad del justo, escribiría Juan Vicente González en esa ocasión.

Bibliografía mínima

Directa

“Varios vecinos de Araure quejándose de los procedimientos del Justicia Mayor, escribano y otros individuos del Ayuntamiento” en: Archivo del Libertador, Sección Registro Principal, legajo 01, documento nº 17.  

Archivo de Francisco Javier Yanes en Archivo de la Academia Nacional de la Historia.

Mendoza, Cristóbal y Francisco Javier Yanes, El Observador Caraqueño, Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1982.

Yanes, Francisco Javier, Manual político del venezolano. Breve exposición de los principios y doctrinas de la ciencia social que deben ser conocido por la generalidad de los ciudadanos. Por un venezolano, Caracas, Impreso por Valentín Espinal, 1839.  Reeditado en Caracas por la Academia Nacional de la Historia-Sesquicentenario de la Independencia, 1959 y por la Asociación Académica para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia-Colección Bicentenario de la Independencia, 2009.

Yanes, Francisco Javier, Compendio de la historia de Venezuela desde su descubrimiento y conquista hasta que se declaró estado independiente, Caracas, Imprenta de A. Damirón, 1840.

Yanes, Francisco Javier, Relación documentada de los principales sucesos ocurridos en Venezuela desde que se declaró Estado independiente hasta el año de 1821, Publicada por la Academia Nacional de la Historia bajo los auspicios del Gobierno Nacional, Caracas: Editorial Élite, 1943.

Indirecta

Blanco, José Javier, “El lenguaje de la ciencia política en El Observador Caraqueño 1824-1825”, en Imprentas y Periódicos de la Emancipación. A dos siglos de la Gaceta de Caracas. Memoria de las VIII Jornadas de Historia y Religión, Universidad Católica Andrés Bello-Konrad Adenauer Stiftung, 2009, pp. 147-174.

Brizuela, Jean Carlos, “Atizando la efímera República: Apuntes sobre las ideas políticas de Francisco Javier Yanes en el Congreso Constituyente de 1811”, en Presente y Pasado, Revista de Historia. Año 15, Nº 30, julio-diciembre, 2010, pp. 285-300.

Carrera Damas, Germán, “El modelo republicano, representativo y federal norteamericano y la formación del régimen republicano, representativo y liberal venezolano” en Fundamentos históricos de la sociedad venezolana, Caracas: Fondo Editorial de Humanidades, Universidad Central de Venezuela, pp. 87-107.

Hernández, José Ignacio, “El pensamiento constitucional de Juan Germán Roscio y Francisco Javier Yanes” en Academia de Ciencias Políticas,  El pensamiento político y jurídico de la Independencia, presentación e introducción Humberto Romero-Muci, Ramón Escobar León, pp. 217-248.

Leal Curiel, Carole, Libro de Actas del Supremo Congreso de Venezuela 1811-1812, Caracas,  Colección Bicentenario de la Independencia-Asociación Académica para la conmemoración del Bicentenario de la Independencia, 2011, 2 tomos.

Méndez Sereno, Herminia, El Almirantazgo republicano 1819-1822, Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia-Fuentes para la Historia Republicana de Venezuela, 2008.

Pérez Vila, Manuel,  “Yanes, Francisco Javier”, en Diccionario de Historia de Venezuela, Caracas, Fundación Empresas Polar, 1987.

Pérez Perdomo, Rogelio e Inés Quintero: “El patriotismo republicano de Francisco Javier Yanes” en  Manual político del venezolano y Apuntamientos sobre la Legislación de Colombia, Caracas, Colección Bicentenario de la Independencia-Asociación Académica para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia, 2009.

Scarpetta, M. Leonidas y Saturnino Vergara: Diccionario biográfico de los campeones de la libertad de Nueva Granada, Venezuela, Ecuador y Perú, Barcelona (España): Grafesa, s/f.

Sobre el autor:

Carol Leal Curiel.  Antropólogo (UCV), Magister en Ciencias Políticas (USB), DEA (en Historia (París 1) y Doctora en Ciencias Políticas (UCV). Profesora Titular (jubilada) de la Universidad Simón Bolívar-Instituto de Investigaciones Históricas-Bolivarium, Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia.